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ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso)
Combina aceptación, mindfulness y compromiso con valores personales para manejar el malestar psicológico.
Combina aceptación, mindfulness y compromiso con valores personales para manejar el malestar psicológico.
Evitación o restricción extrema de alimentos por falta de interés, sensibilidad sensorial o miedo a consecuencias negativas, sin preocupación por el peso.
Restricción extrema de la ingesta de alimentos, miedo intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del cuerpo.
El autocuidado es la práctica de atender de manera consciente las propias necesidades físicas, emocionales y mentales para mantener el bienestar y prevenir el desgaste.
Resultado de experiencias traumáticas o abuso, combina conductas contradictorias de búsqueda y rechazo de cercanía, con alta confusión y desconfianza.
Surge de cuidados inconsistentes, causando miedo al abandono, necesidad constante de aprobación y relaciones dependientes.
Proviene de figuras frías o rechazantes, llevando a la autosuficiencia extrema y dificultad para expresar emociones o intimar.
Se forma cuando las figuras de cuidado son sensibles y consistentes, generando confianza, autonomía y relaciones saludables.
Respuesta emocional negativa, común en fobias o situaciones relacionadas con el trauma.
El mindfulness es la práctica de prestar atención plena y consciente al momento presente, de forma intencional y sin juzgar. Ayuda a regular emociones, reducir el estrés y aumentar el bienestar.
Técnicas utilizadas para reducir el impacto del estrés en la vida cotidiana y en el tratamiento de trauma.
La autocompasión es la capacidad de tratarse a uno mismo con amabilidad, comprensión y apoyo en momentos de sufrimiento o fracaso, reconociendo que el dolor es parte de la experiencia humana. Implica ser menos autocrítico y más compasivo con las propias dificultades.
La autoeficacia es la confianza en la propia capacidad para organizar y ejecutar acciones necesarias para alcanzar metas y enfrentar desafíos. Influye en la motivación, el esfuerzo y la persistencia ante las dificultades.
Cómo una persona se percibe a sí misma, que puede estar distorsionada en personas con traumas severos.
Miedo extremo a ser juzgado o evaluado negativamente en situaciones sociales.
Relación emocional primaria, clave en el desarrollo de la regulación emocional.
Enfoque terapéutico que se centra en la modificación del comportamiento observable.
El arousal es el nivel de activación o excitación del sistema nervioso, que puede variar desde un estado de calma hasta alta alerta. Influye en la atención, emociones y respuesta física ante estímulos, siendo clave en la regulación emocional y el rendimiento.
Técnica psicoanalítica donde el paciente expresa lo primero que le viene a la mente, útil en el acceso a recuerdos traumáticos.
Es la relación de colaboración, confianza y compromiso mutuo entre el terapeuta y el paciente. Se basa en un vínculo seguro, objetivos compartidos y acuerdo sobre las tareas terapéuticas, siendo clave para el éxito del tratamiento.
La amígdala es una estructura del cerebro ubicada en el sistema límbico, clave en la regulación de emociones, especialmente el miedo y la respuesta ante amenazas. Participa en la detección de peligros y activa reacciones de lucha, huida o congelación.
Incapacidad para experimentar placer, común en trastornos como la depresión postraumática.
Es una respuesta emocional caracterizada por preocupación, miedo o tensión ante situaciones percibidas como amenazantes o inciertas. Involucra síntomas físicos (palpitaciones, sudoración) y mentales (rumiación, inquietud) y puede ser adaptativa o desadaptativa según su intensidad y duración.
Es la respuesta del cuerpo ante estímulos internos o externos, regulada por el sistema nervioso autónomo. Involucra dos ramas principales: el sistema simpático, que prepara al cuerpo para la acción (lucha o huida), y el sistema parasimpático, que promueve la relajación y recuperación.
Expresión externa de las emociones, importante para evaluar el estado emocional.
Mecanismo de defensa donde las emociones se separan de los pensamientos o experiencias traumáticas.
La habilidad de una persona para manejar sus emociones y comportamientos en respuesta a eventos traumáticos o adversos.
Dificultad para identificar y verbalizar emociones, común en personas que han experimentado trauma.
Episodios recurrentes de atracones seguidos de conductas compensatorias como vómitos, uso de laxantes o ejercicio excesivo.
Parte protectora que actúa impulsivamente para apagar el malestar emocional cuando los exiliados emergen, a menudo mediante conductas de escape (adicciones, distracciones). “Apagan el dolor” cuando los managers no han conseguido alejarlo.
Técnica que utiliza dispositivos para medir funciones fisiológicas (como la respiración, frecuencia cardíaca o tensión muscular) y proporciona retroalimentación en tiempo real. Su objetivo es ayudar a la persona a regular estas funciones de forma consciente para mejorar el bienestar y reducir el estrés o la ansiedad.
El modelo biopsicosocial es un enfoque integral que explica la salud y el comportamiento humano considerando la interacción de factores biológicos (genética, neuroquímica), psicológicos (emociones, pensamientos) y sociales (entorno, relaciones). Este modelo busca comprender y tratar a la persona de manera holística.
Técnica terapéutica que utiliza el campo visual del paciente para acceder a recuerdos traumáticos.
El bullying es una forma de violencia intencional y repetida que implica abuso de poder para dañar física, verbal o emocionalmente a otra persona. Puede manifestarse de manera directa (golpes, insultos) o indirecta (exclusión social, rumores). Habitualmente deja cicatrices emocionales profundas.
Estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por estrés crónico relacionado con el trabajo. Se caracteriza por cansancio extremo, despersonalización (distanciamiento emocional) y baja realización personal.
Es el proceso mediante el cual una persona intenta comprender su propósito, valores y sentido de vida, especialmente ante situaciones difíciles o de cambio. Esta búsqueda es clave para el bienestar emocional y la resiliencia.
Es una percepción negativa y poco valorada de uno mismo, caracterizada por inseguridad, autocrítica excesiva y falta de confianza en las propias capacidades. Puede afectar el bienestar emocional, las relaciones y la toma de decisiones. Es común en personas que han sufrido abuso o trauma.
Intervalo en el que una persona puede mantener una respuesta emocional y fisiológica manejable ante el estrés.
En la teoría del apego, un referente de confianza que proporciona seguridad emocional.
Enfoque en psicología centrado en la conducta observable.
Técnica utilizada en la terapia sistémica que consiste en hacer preguntas que exploran las percepciones, relaciones y dinámicas entre los miembros de un sistema (como la familia). Su objetivo es generar nuevas perspectivas y comprensión sobre cómo las acciones de una persona influyen en los demás y viceversa.
Proceso mediante el cual una persona regula sus emociones con la ayuda de otra, a través de la empatía, el apoyo y la conexión. Es fundamental en las relaciones cercanas y en el desarrollo emocional, especialmente en la infancia.
Parte del cerebro ubicada en la parte frontal del lóbulo frontal, responsable de funciones cognitivas superiores como la toma de decisiones, el control de impulsos, la planificación, la regulación emocional y la resolución de problemas.
Situación de cambio o conflicto significativo que provoca una alteración emocional o psicológica, dificultando la capacidad de adaptación o resolución. Puede ser causada por eventos inesperados o difíciles, como una pérdida, enfermedad o cambio drástico en la vida.
Herramientas de evaluación utilizadas para identificar la presencia y severidad de experiencias traumáticas.
Proceso de sanación emocional, físico y mental después de un evento traumático.
La confrontación en psicoterapia es una técnica donde la psicoterapeuta señala de manera respetuosa y directa contradicciones, bloqueos o comportamientos incongruentes del paciente para fomentar el autoconocimiento y el cambio.
Se refiere a la coherencia entre los pensamientos, sentimientos y comportamientos, así como entre lo que dice y lo que realmente siente o piensa.
Habilidad de estar en sintonía con el propio cuerpo, relevante en terapias de trauma basadas en el cuerpo, como la Terapia Sensorimotriz.
Proceso por el cual los recuerdos se almacenan a largo plazo, afectado en casos de trauma.
Respuesta emocional del terapeuta hacia el paciente, influenciada por experiencias, creencias y sentimientos personales del terapeuta. Puede ser positiva o negativa y es importante para el proceso terapéutico, ya que su reconocimiento y manejo adecuado pueden ayudar a entender mejor la dinámica de la relación terapéutica.
Capacidad de resistir o regular respuestas emocionales o comportamientos inmediatos que pueden ser inapropiados o perjudiciales. Implica la habilidad para reflexionar antes de actuar, tomar decisiones conscientes y gestionar las emociones de manera adecuada.
Enfoque terapéutico que se centra en cambiar pensamientos y comportamientos disfuncionales relacionados con el trauma.
Capacidad de reconocer el sufrimiento de los demás y desear aliviarlo, mostrando empatía, cuidado y apoyo. Va más allá de la simpatía, ya que implica un deseo activo de ayudar y acompañar en momentos difíciles.
Proceso de aprendizaje en el que un estímulo neutral se asocia con un estímulo incondicionado que provoca una respuesta automática. Con el tiempo, el estímulo neutral, ahora denominado estímulo condicionado, provoca una respuesta similar a la del estímulo incondicionado. Fue desarrollado por Ivan Pavlov, quien experimentó con perros y sonidos de campana.
Es el comportamiento de evitar situaciones, pensamientos o emociones que generan malestar o ansiedad, con el objetivo de reducir el sufrimiento en el corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, puede reforzar la ansiedad y limitar la capacidad de enfrentarse a desafíos.
Sentimiento de seguridad en el mundo, que puede ser destruido por eventos traumáticos.
Liberación emocional, útil en la terapia para personas que han reprimido emociones traumáticas.
Parte más antigua del cerebro, que incluye estructuras como el tronco encefálico y el cerebelo. Se encarga de funciones básicas y primarias para la supervivencia, como la regulación de los instintos, la respuesta al miedo, la agresión, la reproducción y el control de las funciones automáticas del cuerpo, como la respiración y el ritmo cardíaco.
Patrón repetitivo de reacciones emocionales y fisiológicas desencadenadas por el trauma.
Proceso mental que incluye la adquisición, almacenamiento, procesamiento y utilización de información. Implica funciones como el pensamiento, la memoria, la percepción, el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
La derivación en psicoterapia es el proceso mediante el cual un psicoterapeuta orienta a un paciente hacia otro profesional o servicio más adecuado (que él/ella misma) para sus necesidades, ya sea por especialización, recursos o nivel de atención requerido.
Técnica de la terapia de aceptación y compromiso (ACT) que busca ayudar a las personas a distanciarse de sus pensamientos, viéndolos como eventos mentales y no como verdades absolutas.
El tiempo que dura la experiencia traumática, que puede afectar la gravedad de las respuestas emocionales posteriores.
Sufrimiento interno causado por experiencias negativas, como pérdidas, rechazo, traumas o conflictos. Se manifiesta a través de sentimientos de tristeza, angustia, vacío o desesperanza y puede afectar tanto el bienestar psicológico como físico.
Es la percepción de dolor en una parte del cuerpo que ha sido amputada. Ocurre porque el cerebro y el sistema nervioso siguen enviando señales de dolor como si la extremidad aún existiera.
Es un neurotransmisor del cerebro que regula funciones clave como el placer, la motivación, la recompensa, el aprendizaje y el movimiento. Su desequilibrio está relacionado con trastornos como la depresión, la adicción y el Parkinson.
En el contexto de trauma, hace referencia a la coexistencia de estados contradictorios, como sentirse seguro y en peligro al mismo tiempo.
Se refiere a la influencia de factores genéticos en la vulnerabilidad o resiliencia de una persona frente a experiencias traumáticas. Variaciones genéticas pueden afectar la regulación del estrés, la respuesta emocional y la capacidad de recuperación, influyendo en el riesgo de desarrollar trastornos como el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático).
Es la dificultad para gestionar y responder adecuadamente a las emociones, lo que provoca reacciones intensas, impulsivas o desproporcionadas. Puede manifestarse como cambios de ánimo extremos, irritabilidad, ansiedad o conductas impulsivas, y está asociada a trastornos como el TLP (Trastorno Límite de la Personalidad) o el TDAH.
Es un patrón de pensamiento automático e irracional que altera la percepción de la realidad, generando interpretaciones negativas o inexactas. Estas distorsiones suelen contribuir al malestar emocional y a comportamientos desadaptativos. Ejemplos comunes incluyen la catastrofización, la sobregeneralización y la descalificación de lo positivo.
Es una sensación de dolor persistente que dura más de tres a seis meses, incluso después de que la lesión o enfermedad inicial haya sanado. Puede ser constante o intermitente y afecta tanto el bienestar físico como emocional.
Son afecciones psicológicas en las que una persona experimenta síntomas físicos persistentes (dolor, fatiga, molestias) que no pueden explicarse completamente por una condición médica. Generan malestar significativo e impacto en la vida diaria, y están relacionados con factores emocionales o psicológicos. Ejemplos incluyen el trastorno de somatización o la hipocondría.
Experiencia de desconexión o distanciamiento de uno mismo, donde la persona se siente como un observador externo de sus propios pensamientos, emociones o cuerpo. Suele generar sensación de irrealidad y puede aparecer en situaciones de estrés intenso, ansiedad o trastornos disociativos.
Experiencia de desconexión o distorsión de la percepción del entorno, donde la persona siente que el mundo que la rodea es irreal, extraño o borroso. Puede ocurrir por estrés intenso, ansiedad o en trastornos disociativos.
Proceso clínico de identificar una enfermedad o trastorno al distinguirlo de otras condiciones con síntomas similares. Su objetivo es llegar a un diagnóstico preciso, descartando otras posibles causas del malestar o los síntomas.
Mecanismo de defensa psicológico que implica una desconexión temporal entre pensamientos, emociones, recuerdos o identidad. Puede manifestarse como sensación de irrealidad, pérdida de memoria o desconexión del entorno, y suele aparecer ante situaciones de estrés extremo o trauma.
Dificultad para establecer vínculos emocionales seguros y saludables, generalmente originada por carencias afectivas, negligencia o inestabilidad en las relaciones tempranas. Puede generar problemas en la regulación emocional, baja autoestima y dificultades en las relaciones interpersonales.
Es una dificultad persistente para mantener la concentración, organizar tareas y seguir instrucciones, afectando el rendimiento académico, laboral y social. Es una característica principal del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), aunque también puede presentarse sin hiperactividad.
Estado psicológico en el que una persona, tras experimentar repetidamente situaciones negativas incontrolables, desarrolla la creencia de que no puede cambiar su situación. Esto lleva a la pasividad, falta de motivación y sensación de impotencia ante nuevos desafíos.
Mecanismo de defensa en el que una persona se aísla de sus sentimientos para evitar el dolor del trauma.
Técnica terapéutica que ayuda a reprocesar recuerdos traumáticos a través de movimientos oculares controlados.
Reducción o pérdida del autocontrol que lleva a expresar pensamientos, emociones o comportamientos de manera impulsiva o inapropiada. Puede ser resultado de consumo de sustancias, daño neurológico o ciertos trastornos psicológicos.
Partes que cargan con emociones dolorosas y traumas no resueltos, como miedo, vergüenza o tristeza, y suelen estar reprimidas.
Un enfoque integrador en psicoterapia combina técnicas y teorías de diferentes corrientes terapéuticas para adaptarse de forma flexible a las necesidades específicas de cada paciente. Busca aprovechar lo más efectivo de cada modelo para promover el bienestar y el cambio terapéutico.
En psicoterapia, el encuadre es el conjunto de acuerdos y condiciones que estructuran el proceso terapéutico, incluyendo aspectos como la duración de las sesiones, honorarios, frecuencia y roles. Establece un marco seguro y coherente que facilita el vínculo terapéutico y el trabajo clínico.
Técnica utilizada en la terapia somática para acceder a las memorias emocionales almacenadas en el cuerpo.
Métodos que las personas utilizan para manejar el estrés y las emociones difíciles o situaciones desafiantes.
Proceso sistemático que recopila y analiza información sobre los síntomas, conductas y antecedentes de una persona para identificar posibles trastornos o condiciones psicológicas. Incluye entrevistas, pruebas psicométricas y observación clínica para establecer un diagnóstico preciso y guiar el tratamiento.
Mecanismos desarrollados por una persona para hacer frente a situaciones traumáticas, que pueden ser útiles o disfuncionales a largo plazo.
Variante del TEPT que surge tras una exposición prolongada y repetida a traumas, como en el abuso infantil crónico.
Estrés extremo y prolongado sin el soporte de figuras de apego o recursos adecuados, lo cual puede tener efectos devastadores en el cerebro.
Es un concepto del psicoanálisis propuesto por Sigmund Freud que forma parte de su modelo estructural de la mente. Se compone del ello, yo y superyó. El yo gestiona los impulsos del ello y las exigencias del superyó adaptándose a la realidad.
Estado fisiológico y emocional en el que la persona está excesivamente consciente de su entorno, común en trastornos postraumáticos.
Concepto de la Terapia Gestalt y la Teoría del Análisis Transaccional de Eric Berne, que describe diferentes modos de pensamiento, sentimiento y comportamiento que una persona adopta. Se dividen en tres categorías: padre, adulto y niño.
Reacción social que juzga o culpa a las víctimas de trauma por su sufrimiento, lo que puede dificultar la recuperación.
Sentimientos que son bloqueados o ignorados conscientemente, que a menudo resurgen en el trabajo terapéutico con trauma.
Proceso mediante el cual una persona adquiere confianza, control y autonomía para tomar decisiones y actuar de manera efectiva en su vida. Implica desarrollar habilidades, fortalecer la autoestima y acceder a recursos para alcanzar metas y defender sus derechos.
Conjunto de estrategias cognitivas y conductuales que una persona utiliza para manejar el estrés, resolver problemas y adaptarse a situaciones difíciles. Estas estrategias pueden ser adaptativas (como buscar soluciones o apoyo) o desadaptativas (como evitar el problema o recurrir a conductas perjudiciales).
Técnica terapéutica utilizada para ayudar a las personas a reconectarse con el presente y con sus cuerpos después de un flashback o disociación.
Mecanismo de defensa que implica evitar o desconectarse mentalmente de pensamientos, emociones o situaciones estresantes. Se manifiesta a través de distracciones, negación o pensamientos automáticos que ayudan a reducir temporalmente el malestar, pero pueden dificultar la resolución de problemas a largo plazo.
Estructuras mentales profundas y estables que organizan y guían la interpretación de la información, influenciando pensamientos, emociones y comportamientos. Se forman a partir de experiencias pasadas y pueden ser adaptativos o desadaptativos, afectando la percepción de uno mismo, de los demás y del mundo.
Agotamiento progresivo de los recursos físicos, emocionales o mentales debido a la exposición continua a estrés, presión o demandas prolongadas. Este efecto puede disminuir el rendimiento, la motivación y la capacidad de afrontamiento, y está relacionado con el burnout en entornos laborales.
Respuestas emocionales universales, automáticas e innatas ante estímulos, compartidas por todas las culturas. Son básicas para la supervivencia y adaptación. Las principales son alegría, tristeza, miedo, ira, asco y sorpresa. Son rápidas y no requieren un procesamiento racional complejo.
Reexperimentación involuntaria e intensa de recuerdos traumáticos o experiencias pasadas, como si estuvieran ocurriendo en el presente. Suele implicar imágenes, sensaciones físicas y emociones vívidas, y es común en trastornos como el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático).
Se refiere al daño en la autoestima o autoconcepto de una persona, generalmente causado por críticas, rechazo, fracasos o experiencias que afectan su identidad y valor personal. Esto puede generar inseguridad, defensividad, resentimiento y dificultad para manejar críticas o conflictos.
Emoción que ha sido “separada” del resto de la experiencia psicológica, común en personas con traumas graves.
Es un trastorno crónico caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado, acompañado de fatiga, alteraciones del sueño, problemas de memoria y cambios en el estado de ánimo. Su causa es desconocida, pero se asocia con una sensibilidad aumentada al dolor en el sistema nervioso.
Acumulación de sentimientos de insatisfacción o enojo resultante de enfrentar repetidos obstáculos o dificultades para alcanzar metas o deseos. Esta acumulación puede intensificar emociones negativas y provocar reacciones impulsivas, irritabilidad o estrés crónico.
Es un trastorno disociativo caracterizado por la pérdida repentina e inesperada de la memoria personal, acompañada de desplazamiento físico hacia otro lugar y confusión sobre la propia identidad. Durante este estado, la persona puede asumir una nueva identidad y no recordar detalles de su vida anterior. Suele estar relacionada con eventos traumáticos o estrés extremo.
Conjunto de procesos mentales que permiten planificar, organizar, tomar decisiones, controlar impulsos y regular el comportamiento para alcanzar objetivos. Incluye habilidades como la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio. Estas funciones son reguladas principalmente por la corteza prefrontal del cerebro.
Grado en que una persona puede funcionar en su vida cotidiana tras haber experimentado un trauma.
Reexperimentación involuntaria, intensa y vívida de recuerdos pasados, especialmente de experiencias traumáticas. La persona revive sensaciones, emociones e imágenes como si el evento estuviera ocurriendo nuevamente, lo que puede generar ansiedad y malestar extremo. Es común en trastornos como el TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático).
Miedo intenso y irracional hacia objetos o situaciones específicas, que puede ser una respuesta condicionada por el trauma.
Freud (1856–1939) fue un neurólogo austriaco y fundador del psicoanálisis. Desarrolló teorías sobre el inconsciente, los mecanismos de defensa y la estructura de la mente (ello, yo y superyó). Su obra revolucionó la comprensión de la mente humana y el tratamiento de trastornos mentales.
Agotamiento físico, emocional y mental que experimentan quienes ayudan constantemente a personas que sufren, como profesionales de la salud o cuidadores. Se manifiesta como desmotivación, insensibilidad emocional y disminución de la empatía.
Estado en el que una persona se queda atrapada emocional o mentalmente en un evento traumático pasado.
Es un estímulo pequeño y positivo que activa el sistema nervioso de forma calmante, generando sensaciones de seguridad, bienestar y conexión. Es lo opuesto a un detonante (trigger) y puede ser algo simple como una sonrisa, un aroma agradable o el sonido de la naturaleza.
Grounding en psicoterapia son técnicas que ayudan a conectar con el presente y el cuerpo para reducir ansiedad, disociación o estrés, promoviendo calma y estabilidad emocional.
Modalidad de psicoterapia guiado por uno o varios terapeutas donde varias personas comparten experiencias y trabajan en sus dificultades emocionales o psicológicas. Favorece el apoyo mutuo, la expresión emocional y el aprendizaje a través de la interacción grupal.
Capacidad personal de conectar con la propia intuición, valores y sabiduría interior para tomar decisiones y afrontar situaciones. Implica confiar en uno mismo y actuar de forma coherente con las propias necesidades y objetivos.
Concepto del Análisis Transaccional que describe el plan inconsciente que una persona desarrolla en la infancia, basado en mensajes familiares y experiencias tempranas. Este guion influye en decisiones, comportamientos y la forma en que se percibe la vida, afectando el desarrollo personal y las relaciones.
Miedo intenso a hablar en público, que puede tener raíces en experiencias traumáticas previas.
Proceso en el cual se deconstruye la narrativa traumática en fragmentos más pequeños para facilitar la recuperación.
Capacidad de posponer una recompensa inmediata para obtener una mayor en el futuro, importante en el trabajo con patrones impulsivos derivados del trauma.
Tendencia a buscar satisfacción inmediata de deseos o necesidades, evitando la espera o el esfuerzo. Implica preferir recompensas rápidas aunque sean menores, en lugar de beneficios mayores a largo plazo.
Intensidad y duración de los efectos emocionales y físicos de un evento traumático en una persona.
Sentido de responsabilidad hacia las generaciones futuras, que puede ayudar a dar sentido a las experiencias traumáticas.
Representación gráfica similar a un árbol genealógico que muestra las relaciones familiares, patrones emocionales y eventos significativos a lo largo de generaciones. Se usa en terapia para identificar dinámicas familiares, vínculos y posibles conflictos.
Enfoque humanista que se centra en la conciencia del presente, la responsabilidad personal y la integración de pensamientos, emociones y acciones. Busca que la persona experimente y comprenda sus emociones en el “aquí y ahora” para favorecer el autoconocimiento y el crecimiento personal.
Consiste en aplicar estrategias y técnicas para reducir, controlar o afrontar el estrés de manera saludable. Incluye prácticas como la respiración profunda, mindfulness, ejercicio físico, organización del tiempo y el autocuidado emocional.
Estrategias y métodos utilizados por los terapeutas y los pacientes para procesar y superar experiencias traumáticas.
Estímulo interno o externo que activa una reacción emocional intensa y automática, generalmente relacionada con experiencias pasadas no resueltas. Puede provocar respuestas como ansiedad, ira o tristeza.
Proceso mediante el cual las personas desarrollan la capacidad de superar y adaptarse a experiencias traumáticas.
Corriente filosófica y psicológica que centra su atención en el ser humano, destacando su capacidad de elección, crecimiento personal y autorrealización. En psicología, promueve una visión positiva de la persona, enfocándose en su bienestar, libertad y potencial.
Capacidad del organismo para mantener un equilibrio emocional estable, regulando las emociones ante cambios internos o externos. Permite adaptarse a distintas situaciones y recuperar el bienestar tras experiencias intensas.
Las principales hormonas del estrés son el cortisol, que regula el metabolismo y la respuesta al estrés prolongado, la adrenalina (epinefrina), que aumenta la frecuencia cardíaca y la energía en situaciones de peligro, y la noradrenalina (norepinefrina), que potencia la atención y la respuesta de lucha o huida, preparando al cuerpo para reaccionar ante amenazas […]
Cambios duraderos en la memoria y el comportamiento como resultado de una experiencia traumática.
Estado de concentración profunda y relajación en el que la persona es más receptiva a sugestiones, facilitando el acceso al inconsciente. Se utiliza terapéuticamente para tratar ansiedad, dolor, fobias y hábitos no deseados.
Estado de baja actividad del sistema nervioso, que puede manifestarse como apatía, fatiga, lentitud mental o emocional y falta de respuesta ante estímulos. Suele estar relacionada con depresión, trauma o estados disociativos.
Estructura del cerebro ubicada en el lóbulo temporal, fundamental para la formación de nuevos recuerdos y el aprendizaje. También participa en la regulación de emociones y en la orientación espacial.
Relato cronológico de eventos traumáticos que ayuda al terapeuta a entender mejor el impacto emocional y psicológico en el paciente.
Capacidades y estrategias que las personas utilizan para lidiar con situaciones traumáticas o estresantes.
Resultados de evaluaciones que analizan el funcionamiento cerebral a través de procesos cognitivos, emocionales y conductuales. Permiten identificar alteraciones en áreas como la memoria, atención, lenguaje, percepción y funciones ejecutivas, asociadas a daños neurológicos, traumatismos, demencias o trastornos del neurodesarrollo.
Concepto que postula que el trauma puede ser transmitido a través de generaciones, tanto genética como emocionalmente.
Daños emocionales que surgen de relaciones interpersonales inseguras o disfuncionales, a menudo relacionadas con traumas infantiles.
Estado de excitación física y emocional elevada, que incluye síntomas como la dificultad para dormir o la irritabilidad, común en personas con TEPT.
Estado de alerta excesiva y constante en el que la persona está altamente sensible a posibles amenazas. Se asocia con ansiedad, estrés postraumático y trauma, provocando dificultad para relajarse, insomnio y reacciones exageradas ante estímulos.
IFS (Internal Family Systems) es un modelo de psicoterapia que trabaja con las distintas “partes” internas de la persona, promoviendo el liderazgo del “Self” para integrar y sanar conflictos emocionales.
Represión de emociones intensas, que puede ser una estrategia de defensa ante el trauma.
Comprensión profunda y repentina de aspectos propios, como pensamientos, emociones o comportamientos, que permite identificar el origen de un problema y favorece el cambio personal. Es clave en procesos terapéuticos para generar autoconocimiento y transformación.
Proceso terapéutico en el que las personas aprenden a aceptar y procesar sus experiencias traumáticas dentro de su narrativa personal.
Proceso de reconocer, aceptar y gestionar las emociones de manera saludable, permitiendo que se expresen y se procesen sin reprimirlas ni dejarse dominar por ellas.
Proceso de observar y analizar de forma consciente los propios pensamientos, emociones y comportamientos. Facilita el autoconocimiento y la comprensión de uno mismo.
Sensación de incapacidad para gestionar, expresar o controlar las propias emociones, lo que genera frustración, bloqueo emocional y malestar psicológico. Puede surgir ante situaciones de estrés, trauma o conflictos personales.
Tendencia innata del ser humano a protegerse y preservar la vida ante amenazas, activando respuestas físicas y emocionales como la lucha, huida o congelación. Este impulso está regulado por el cerebro primitivo y el sistema nervioso.
Parte de la mente que almacena pensamientos, deseos, recuerdos y emociones fuera de la conciencia, pero que influyen en el comportamiento. Fue un concepto central en el psicoanálisis de Freud.
Estado psicológico en el que una persona, tras experimentar situaciones negativas incontrolables, cree que no puede cambiar su situación, lo que la lleva a la pasividad y la falta de iniciativa ante nuevos desafíos.
Capacidad de controlar o detener impulsos, pensamientos o comportamientos automáticos que resultan inapropiados o irrelevantes en una situación. Es fundamental para la autorregulación y la toma de decisiones.
Técnica terapéutica que utiliza visualizaciones dirigidas para ayudar a la persona a explorar emociones, reducir el estrés y promover el bienestar. Consiste en imaginar escenarios positivos o seguros bajo la guía del terapeuta.
El efecto duradero de un evento traumático en la salud mental y emocional de una persona.
Compromiso activo y genuino del terapeuta en el proceso de acompañar al paciente, manteniendo empatía, presencia y participación consciente. Favorece una relación terapéutica auténtica y segura.
Efectos físicos del trauma, como dolor crónico, que reflejan la manifestación física del sufrimiento emocional.
Mecanismo de defensa donde una persona proyecta sus propios sentimientos, deseos o aspectos inaceptables en otra persona y, de forma inconsciente, influye para que esa persona los experimente o actúe conforme a ellos. Es un concepto central en la teoría psicoanalítica.
Utilizada en terapias como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) para ilustrar cómo cuidar y vivir según los propios valores. Se compara la vida con un jardín donde cada planta representa un valor importante (como la familia, la salud o el crecimiento personal) que tenemos que cuidar.
Pionero en el estudio de la disociación y el trauma, cuyas teorías sobre el inconsciente y la fragmentación de la memoria son esenciales en la psicoterapia moderna.
Modelo narrativo propuesto por Joseph Campbell que describe el viaje de transformación personal que atraviesa un protagonista. Consta de etapas como la llamada a la aventura, el encuentro con el mentor, los desafíos y pruebas, la transformación y el regreso con el conocimiento. Representa el proceso de crecimiento, superación y autodescubrimiento.
Herramienta utilizada en psicoterapia, especialmente con niños, para ayudarles a expresar emociones, resolver conflictos y desarrollar habilidades sociales. A través del juego, el terapeuta crea un espacio seguro donde el paciente puede explorar sus pensamientos y sentimientos de manera natural y simbólica.
Proceso mediante el cual un profesional de la salud analiza, interpreta y evalúa información sobre un paciente para establecer un diagnóstico, planificar el tratamiento y tomar decisiones terapéuticas adecuadas. Combina conocimientos técnicos, experiencia y comprensión individual del paciente.
Enfoque de resolución de conflictos que busca reparar el daño causado por un delito o infracción mediante el diálogo entre víctima, infractor y comunidad. Promueve la responsabilidad, la reparación del daño y la reintegración social.
Creador de la Terapia Hakomi, que utiliza la atención plena y la psicoterapia corporal para tratar el trauma.
Anestésico disociativo que también se utiliza en dosis controladas para tratar la depresión resistente y otros trastornos mentales. Actúa sobre los receptores de glutamato en el cerebro, produciendo efectos analgésicos, antidepresivos y, en algunos casos, disociativos.
Conjunto de estrategias y recursos diseñados para gestionar emociones de forma saludable. Incluye técnicas como respiración consciente, mindfulness, escritura emocional, visualizaciones positivas y autocompasión, que ayudan a regular el estrés, la ansiedad y otros estados emocionales.
Reglas o barreras internas que una persona establece para proteger su bienestar físico, emocional y mental. Definen qué comportamientos son aceptables o no en las relaciones, promoviendo el respeto propio y hacia los demás.
Región del cerebro ubicada en la parte delantera de los hemisferios cerebrales. Es responsable de funciones clave como la toma de decisiones, planificación, control de impulsos, regulación emocional y movimiento voluntario.
El lóbulo límbico no es una estructura cerebral específica, sino un conjunto de áreas que forman parte del sistema límbico, encargado de regular las emociones, la memoria y la motivación. Incluye estructuras como la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo.
Fluctuación rápida e intensa de emociones, donde la persona experimenta cambios bruscos de estado de ánimo sin un motivo claro. Se asocia con trastornos neurológicos, traumas o afecciones como el trastorno límite de la personalidad (TLP).
Parte protectora que previene el dolor controlando la conducta y evitando situaciones que reactiven a los exiliados. Alejan el dolor antes de que llegue.
Modelo de Paul MacLean que divide el cerebro en tres niveles: el cerebro reptiliano (funciones básicas e instintos), el sistema límbico (emociones y memoria) y el neocórtex (pensamiento racional y creatividad). Aunque fue influyente, este modelo está desactualizado y ha sido superado por estudios más avanzados sobre el funcionamiento cerebral.
Capacidad de ajustar, regular y expresar adecuadamente las emociones según el contexto. Implica manejar la intensidad y duración de las emociones para responder de forma adaptativa a distintas situaciones.
Fase del sueño asociada con la consolidación de recuerdos emocionales, que puede estar alterada en personas con trauma.
Explica la respuesta inmediata del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes. Activa el sistema nervioso simpático, liberando adrenalina y cortisol, lo que prepara al organismo para reaccionar mediante la respuesta de lucha, huida o parálisis. Esta reacción es breve y desaparece cuando el peligro cesa.
Adaptación de las técnicas de mindfulness específicamente para trabajar con personas que han sufrido traumas.
Enfoque integral que explica la salud y el comportamiento humano considerando la interacción de factores biológicos (genética, neuroquímica), psicológicos (emociones, pensamientos) y sociales (entorno, relaciones). Este modelo busca comprender y tratar a la persona de manera holística.
Enfoque terapéutico que se centra en cómo los pensamientos influyen en las emociones y comportamientos, aplicable en el manejo del trauma.
Concepto que describe el rango dentro del cual una persona puede manejar el estrés y las emociones sin sentirse abrumada.
Teoría desarrollada por John Bowlby que explica cómo los vínculos emocionales formados en la infancia con las figuras de cuidado influyen en el desarrollo emocional y las relaciones futuras. Identifica estilos de apego como seguro, ansioso, evitativo y desorganizado.
Dificultad o temor a establecer vínculos emocionales cercanos por miedo al rechazo, al abandono o a la vulnerabilidad. Puede originarse en experiencias de apego inseguro o traumas emocionales.
Respuesta emocional natural y saludable ante situaciones de peligro real, que activa mecanismos de defensa como la lucha, huida o parálisis para proteger la integridad física y emocional.
Respuesta de miedo aprendida a través de la asociación repetida entre un estímulo neutral y uno amenazante. Se basa en el condicionamiento clásico, donde el estímulo neutral acaba provocando miedo por sí solo.
El mindfulness es la práctica de prestar atención plena y consciente al momento presente, de forma intencional y sin juzgar. Ayuda a regular emociones, reducir el estrés y aumentar el bienestar.
Tipo de memoria no consciente que influye en pensamientos y comportamientos sin necesidad de recordarlos de forma voluntaria. Incluye habilidades automáticas como montar en bicicleta o conducir.
Recuerdos de eventos traumáticos que a menudo se almacenan de manera fragmentada o disociada, y pueden resurgir en forma de flashbacks o pesadillas.
Recuerdos de experiencias traumáticas o emocionales almacenados en el cuerpo, manifestándose a través de sensaciones físicas, tensiones o reacciones corporales sin un recuerdo consciente claro.
Capacidad de comprender y reflexionar sobre los propios estados mentales y los de los demás, como pensamientos, emociones, deseos e intenciones. Facilita la empatía y las relaciones sociales saludables.
Capacidad de reflexionar y comprender los propios procesos de pensamiento, como planificar, monitorear y evaluar cómo se aprende o se resuelven problemas.
Maslow (1908–1970) fue un psicólogo humanista conocido por desarrollar la Pirámide de Maslow, una teoría que jerarquiza las necesidades humanas desde las más básicas (fisiológicas) hasta las más elevadas (autorrealización).
Estrategias cognitivas y conductuales que las personas utilizan para manejar el estrés, regular emociones y enfrentar situaciones difíciles. Pueden ser adaptativos (buscar apoyo, resolver problemas) o desadaptativos (evitación, consumo de sustancias).
Procesos psicológicos inconscientes que protegen al individuo de pensamientos, emociones o impulsos que generan ansiedad o malestar. Ejemplos comunes son la represión, la proyección, la negación y la racionalización.
Estrategias psicológicas, conscientes o inconscientes, que las personas utilizan para protegerse del dolor emocional, el estrés o situaciones amenazantes. Incluyen conductas como establecer límites personales, buscar apoyo social o evitar situaciones de riesgo.
Tipo de memoria consciente que permite recordar información, hechos y experiencias pasadas de forma voluntaria. Se divide en memoria episódica (recuerdos de eventos personales) y memoria semántica (conocimientos generales).
Estado de incomodidad o sufrimiento psicológico caracterizado por emociones negativas como tristeza, ansiedad, ira o frustración. Puede ser temporal o persistente.
Rama de la psicología que estudia la relación entre el cerebro y el comportamiento, analizando cómo las lesiones, disfunciones o cambios cerebrales afectan procesos cognitivos, emocionales y conductuales.
Rama de la neurociencia que estudia los procesos químicos del sistema nervioso, especialmente la acción de neurotransmisores, hormonas y otras moléculas en la comunicación neuronal.
Condición psicológica que surge como resultado directo de un evento traumático, con síntomas que incluyen ansiedad crónica y disociación.
Proceso de crecimiento y maduración del sistema nervioso desde la gestación hasta la adultez, abarcando el desarrollo de habilidades cognitivas, motoras, emocionales y sociales.
Técnica de entrenamiento cerebral que utiliza registros de la actividad eléctrica del cerebro (EEG) para enseñar a autorregular funciones cerebrales. Se ha utilizado para tratar trastornos como el TDAH, la ansiedad y el insomnio.
Capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida, especialmente en respuesta al aprendizaje, la experiencia o lesiones.
Mecanismo de defensa en el que una persona se niega a aceptar la realidad de un evento como forma de protección emocional.
Forma parte del sistema nervioso autónomo, encargado de activar la respuesta de lucha o huida ante situaciones de estrés o peligro. Regula funciones involuntarias como el aumento de la frecuencia cardíaca, la dilatación de las pupilas y la liberación de adrenalina.
Parte clave del sistema nervioso parasimpático que ayuda a regular las respuestas al estrés, implicado en la teoría polivagal de la respuesta al trauma.
Estudio de cómo los eventos traumáticos afectan el cerebro y el sistema nervioso, clave para entender las respuestas emocionales al trauma.
Rama de la neurociencia que estudia cómo el cerebro procesa las emociones y cómo estas influyen en el comportamiento, la toma de decisiones y la salud mental. Analiza áreas cerebrales como la amígdala, el hipotálamo y la corteza prefrontal.
Rasgo de personalidad caracterizado por una autoimagen exagerada, necesidad de admiración y falta de empatía hacia los demás. En su forma extrema, se manifiesta como Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), afectando las relaciones y el funcionamiento personal.
Técnica que utiliza el relato de experiencias personales para ayudar a las personas a reinterpretar y dar sentido a sus vivencias, promoviendo el autoconocimiento y la resolución de conflictos.
Historia que una persona construye sobre su experiencia traumática, que puede ser abordada en la terapia para facilitar la integración emocional.
Meta concreta y alcanzable que guía el proceso de intervención psicológica para promover el bienestar y el cambio positivo en el paciente. Sirve como referencia para evaluar el progreso y orientar las estrategias terapéuticas.
Sensación de carga o presión interna causada por la acumulación de emociones reprimidas, estrés o conflictos no resueltos. Puede manifestarse como ansiedad, tristeza o malestar físico.
Contraparte del desamparo aprendido, donde una persona desarrolla una visión positiva y esperanzadora a pesar de las adversidades.
Enfoque terapéutico que busca ayudar a la persona a identificar y conectar con sensaciones, pensamientos y entornos que generen tranquilidad y estabilidad emocional. Se utiliza especialmente en el tratamiento del trauma para reducir la activación del sistema nervioso.
Hormona y neurotransmisor que juega un papel clave en la creación de vínculos afectivos, la confianza, la empatía y la regulación del estrés. También está involucrada en procesos fisiológicos como el parto y la lactancia.
Pensamiento, imagen o impulso recurrente, involuntario y persistente que genera ansiedad o malestar. Suele estar asociada al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), donde la persona intenta neutralizar estas ideas con conductas repetitivas.
Cualquier barrera que impida el progreso en la terapia, que puede ser interna (resistencia del paciente) o externa (entorno).
Dificultad para identificar, expresar o procesar emociones, lo que puede generar bloqueo interno y afectar el bienestar psicológico. Suele originarse por traumas, estrés prolongado o mecanismos de defensa.
Capacidad del terapeuta para mantener una actitud neutral y libre de juicios, evitando que sus creencias o emociones influyan en el proceso terapéutico. Permite ofrecer un acompañamiento equilibrado y centrado en las necesidades del paciente.
Enfoque terapéutico que integra mente y cuerpo, trabajando con emociones, pensamientos y sensaciones físicas para liberar tensiones y procesar experiencias traumáticas. Utiliza técnicas como la respiración consciente, el movimiento corporal, la conciencia somática y el trabajo con la postura.
Herramienta gráfica que representa los grupos y contextos sociales a los que una persona siente que pertenece o con los que se identifica. Permite explorar el grado de integración, pertenencia y satisfacción en diferentes entornos sociales, familiares o comunitarios.
Idea, imagen o impulso no deseado y recurrente que aparece de forma involuntaria, causando malestar o ansiedad.
Partes internas de la persona que intentan evitar el dolor emocional y se dividen en bomberos y managers.
Es un enfoque que reconoce el impacto del trauma en la vida del paciente e integra conocimientos sobre el sistema nervioso, la respuesta de lucha, huida o congelación, la disociación y los mecanismos de afrontamiento, entre otros.
Proceso de enseñar a los pacientes sobre su trastorno o trauma para empoderarlos y facilitar su recuperación.
Enfoque en psicología que destaca la capacidad de crecimiento personal y autorrealización, útil en el trabajo con trauma.
Relación entre mente y cuerpo, donde los conflictos emocionales se manifiestan en síntomas físicos, común en personas con traumas.
Recuerdo falso o distorsionado de eventos que nunca ocurrieron o que ocurrieron de manera diferente. Puede surgir por sugestión, influencia social o procesos de reconstrucción de la memoria.
Teoría y método terapéutico desarrollado por Sigmund Freud que explora el inconsciente para entender pensamientos, emociones y conductas. Utiliza técnicas como la asociación libre para acceder a conflictos reprimidos. Aunque influyó profundamente en la psicología, su eficacia es cuestionada por la falta de evidencia científica sólida en comparación con enfoques más actuales.
Técnica terapéutica creada por Jacob Levy Moreno que utiliza la dramatización y el juego de roles para explorar problemas emocionales y relacionales. Permite a los participantes expresar emociones, comprender perspectivas y ensayar soluciones en un entorno seguro. Su efectividad está respaldada en contextos grupales y educativos, aunque requiere más evidencia científica en comparación con otras terapias.
Teoría desarrollada por Stephen Porges que explica cómo el nervio vago regula las respuestas al estrés y la supervivencia, clave en la psicoterapia informada en trauma.
Capacidad del terapeuta para estar plenamente atento, receptivo y conectado emocionalmente con el paciente durante la sesión. Implica escucha activa, empatía y autenticidad, creando un espacio seguro y de confianza.
Capacidad de identificar, comprender, gestionar y resolver las emociones de manera adaptativa. Involucra reconocer experiencias emocionales, integrarlas y responder de forma saludable.
Proceso de duelo que se extiende más allá del tiempo considerado normal, dificultando la adaptación y el funcionamiento diario. Se caracteriza por un dolor intenso, negación persistente o dificultad para aceptar la pérdida.
Mecanismo de defensa inconsciente en el que una persona atribuye a otros pensamientos, emociones o deseos propios que le resultan inaceptables o incómodos.
Conductas, pensamientos o emociones que se repiten de manera inconsciente a lo largo del tiempo, generalmente originados en experiencias pasadas no resueltas.
Distorsión en la forma en que una persona interpreta estímulos sensoriales, pensamientos o emociones, lo que puede afectar su percepción de la realidad. Se manifiesta como alucinaciones, ilusiones o interpretaciones erróneas y puede estar relacionada con trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o estados de estrés extremo.
Tipo de duelo complicado donde la pérdida no es clara ni definitiva, dificultando el proceso de aceptación. Puede ser física, cuando la persona está ausente pero sigue viva (desapariciones, migraciones), o psicológica, cuando está presente físicamente pero ausente emocionalmente (demencia, adicciones).
Sensación de impotencia o falta de agencia en la vida, a menudo experimentada por personas que han vivido traumas graves.
Proceso de desarrollar estrategias y acciones para adaptarse y recuperar el bienestar tras haber experimentado un trauma. Incluye establecer metas, identificar recursos de apoyo y fortalecer habilidades de afrontamiento.
Reacción intensa de miedo o ansiedad extrema que aparece de forma repentina, acompañada de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos o sensación de pérdida de control. Cuando estos episodios son recurrentes, se diagnostican como trastorno de pánico.
Estado en el que una persona se siente bloqueada o incapaz de experimentar, expresar o gestionar sus emociones, lo que puede generar desconexión afectiva y dificultad para tomar decisiones. Suele estar relacionada con trauma, ansiedad o estrés extremo.
Se refiere al equilibrio y funcionamiento de neurotransmisores y otras sustancias químicas en el cerebro, como la dopamina o serotonina, que regulan procesos como el estado de ánimo, la memoria y el comportamiento. Alteraciones en esta química están relacionadas con trastornos como la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.
Interrupción o daño en los vínculos emocionales seguros formados en la infancia, generalmente causado por abandono, negligencia o pérdida de figuras de cuidado. Esta ruptura puede generar dificultades en la regulación emocional, baja autoestima y problemas en las relaciones afectivas.
Reacción intensa en la que una persona se siente abrumada por emociones difíciles de manejar, lo que puede generar llanto descontrolado, ansiedad, ira o sensación de vacío. Suele ocurrir tras acumulación de estrés, conflictos o eventos traumáticos.
Herramienta visual utilizada en psicoterapia para representar y analizar las relaciones sociales y familiares de una persona, mostrando conexiones, dinámicas y posibles conflictos. Ayuda a identificar patrones relacionales y áreas de apoyo o tensión.
Momento en el que una persona alcanza su límite emocional, lo que puede manifestarse como una crisis o colapso emocional.
Reacción automática del cuerpo ante una amenaza percibida, activando el sistema nervioso simpático para preparar al organismo para enfrentar (lucha) o escapar (huida) del peligro. Involucra la liberación de adrenalina y cortisol, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, y tensión muscular.
Reacción física y emocional en la que una persona se siente incapaz de moverse o actuar, común en experiencias de trauma extremo.
El riesgo biopsicosocial se refiere a la probabilidad de desarrollar problemas de salud o bienestar debido a la interacción de factores biológicos (enfermedades, genética), psicológicos (estrés, traumas) y sociales (entorno familiar, contexto socioeconómico). Este enfoque permite identificar vulnerabilidades y diseñar intervenciones integrales.
Patrón de pensamiento repetitivo y negativo en el que una persona se enfoca de manera constante en problemas, errores o emociones negativas sin encontrar soluciones. Está asociada con trastornos como la depresión y la ansiedad.
Acumulación progresiva de emociones negativas como enojo, frustración o decepción hacia una persona o situación, generalmente por conflictos no resueltos o injusticias percibidas.
Capacidad de una persona para recuperarse y adaptarse tras una experiencia traumática, un objetivo clave en el trabajo terapéutico.
Resistencia de un paciente a confrontar sus emociones o recuerdos traumáticos, que puede ser una barrera en el proceso de recuperación.
Fenómeno en el que una persona traumatizada se identifica con el trauma de otra, activando sus propios recuerdos y emociones traumáticas.
Técnica terapéutica que consiste en exponer gradualmente a una persona a recuerdos, emociones o situaciones traumáticas de manera segura y guiada, con el objetivo de procesarlos y reducir su impacto emocional. Se utiliza en enfoques como la Terapia de Exposición y el EMDR.
Vínculo emocional profundo y duradero que se forma entre un individuo y sus figuras de cuidado, especialmente en la infancia. Este vínculo influye en el desarrollo emocional, la seguridad personal y las relaciones futuras.
Vínculos interpersonales dañinos caracterizados por dinámicas de control, manipulación, dependencia emocional, falta de respeto o abuso emocional, físico o psicológico. Estas relaciones afectan negativamente la autoestima, el bienestar emocional y la salud mental.
Revaluación de recuerdos y emociones traumáticas, facilitada por técnicas como el EMDR, para ayudar a una persona a encontrar nuevas formas de interpretar y manejar esas experiencias.
Programa terapéutico desarrollado por Jon Kabat-Zinn que utiliza prácticas de mindfulness (atención plena), meditación y yoga suave para reducir el estrés, la ansiedad y el dolor crónico.
Técnica de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) que ayuda a identificar, cuestionar y reemplazar pensamientos automáticos negativos o distorsionados por ideas más realistas y adaptativas.
Revivencia involuntaria y angustiante de experiencias traumáticas pasadas, que puede manifestarse a través de flashbacks, pesadillas o pensamientos intrusivos.
Mecanismo de defensa inconsciente en el que una persona vuelve a comportamientos o actitudes propias de etapas anteriores del desarrollo para afrontar situaciones de estrés o conflicto.
Capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones de manera adaptativa, ajustando su intensidad y expresión según el contexto. Es fundamental para el bienestar psicológico y las relaciones sociales.
Proceso por el cual una persona trabaja para sanar de las experiencias traumáticas, recuperando su bienestar emocional y funcionalidad.
Conexiones cerebrales formadas como resultado de la exposición al trauma, que influyen en la manera en que una persona responde a situaciones estresantes.
Respuesta automática del sistema nervioso ante amenazas extremas, donde el cuerpo queda inmóvil y la mente se desconecta temporalmente. Es parte de la respuesta de lucha, huida o congelamiento y actúa como mecanismo de defensa cuando la acción parece imposible.
Experiencia de ser excluido, no aceptado o desaprobado por otros, lo que puede generar emociones negativas como tristeza, inseguridad o baja autoestima. El rechazo activa áreas del cerebro relacionadas con el dolor físico.
Memorias traumáticas que han sido bloqueadas por el inconsciente pero que siguen afectando el comportamiento y las emociones.
La supervisión en psicología es un proceso formativo donde una psicóloga con más experiencia guía, apoya y orienta a otra psicóloga en su práctica clínica para mejorar sus competencias, proporcionar acompañamiento y confianza, garantizar intervenciones éticas y ofrecer una atención de calidad.
Que algo sea subclínico significa que presenta síntomas leves o insuficientes para cumplir con los criterios diagnósticos de una enfermedad, pero puede afectar el bienestar o evolucionar a una condición clínica.
Es el núcleo de la persona caracterizado por la curiosidad, la compasión y la calma que ha de liderar el sistema interno.
Sensación persistente de no ser lo suficientemente competente o merecedora de los logros alcanzados, atribuyéndolos a la suerte o factores externos. Afecta especialmente a mujeres, generando inseguridad y miedo constante al fracaso o a ser descubiertas como un “fraude”.
Pesadillas recurrentes que reflejan el contenido emocional de un evento traumático.
Intento consciente o inconsciente de evitar o bloquear emociones intensas o dolorosas derivadas del trauma.
Proceso mediante el cual una persona experimenta síntomas físicos como resultado de conflictos emocionales o traumas.
Falta de estímulos emocionales significativos, lo que puede generar apatía, desmotivación y desconexión afectiva. Suele ocurrir en entornos monótonos o con relaciones poco enriquecedoras.
Descanso profundo y de calidad que permite la recuperación física, mental y emocional del cuerpo. Involucra ciclos completos de sueño, especialmente las fases NREM (sueño profundo) y REM (movimientos oculares rápidos), donde se consolidan la memoria y se regulan las emociones.
Proceso mediante el cual el cerebro organiza, clasifica y almacena la información para facilitar su recuperación y uso eficiente. Implica la integración de experiencias en redes de conocimiento, conectando recuerdos nuevos con información previa.
Estado de saturación mental y afectiva causado por la acumulación de emociones intensas o prolongadas que superan la capacidad de gestión emocional. Esto puede provocar ansiedad, irritabilidad, fatiga mental y dificultad para tomar decisiones.
Respuesta de saturación del sistema nervioso ante un exceso de estímulos sensoriales (ruidos, luces, olores o multitudes), lo que puede generar ansiedad, irritabilidad, fatiga o desconexión. Es común en personas con trastornos del espectro autista (TEA), TDAH o alta sensibilidad sensorial.
Mecanismo de defensa en el que una persona intenta ocultar o equilibrar sentimientos de inferioridad, inseguridad o debilidad mediante comportamientos exagerados de superioridad, control o perfeccionismo. Este patrón puede dificultar el bienestar emocional y las relaciones interpersonales.
Alteraciones en la percepción, conciencia, memoria o identidad que generan desconexión de uno mismo o del entorno. Incluyen experiencias como la despersonalización (sentirse separado del propio cuerpo), desrealización (percibir el entorno como irreal), amnesia disociativa (pérdida de memoria) y fugas disociativas (desplazamientos con pérdida de identidad).
Mecanismo biológico y emocional que impulsa a los seres humanos a formar vínculos afectivos cercanos, especialmente con figuras de cuidado durante la infancia, para garantizar seguridad y supervivencia. Este sistema influye en el desarrollo emocional y en las relaciones interpersonales a lo largo de la vida.
Resultado de la exposición prolongada a situaciones estresantes sin períodos adecuados de descanso o recuperación, lo que genera agotamiento físico, emocional y mental. Se manifiesta con síntomas como irritabilidad, ansiedad, insomnio, fatiga y disminución del rendimiento.
Trastorno mental que surge después de experimentar o presenciar eventos traumáticos, como violencia, abuso, desastres o accidentes graves. Se caracteriza por revivir el trauma (flashbacks, pesadillas), evitación de recordatorios del evento, hipervigilancia y alteraciones emocionales.
Patrón psicológico donde la persona evita de forma persistente pensamientos, emociones, recuerdos o sensaciones físicas que le resultan dolorosas o incómodas. Esta evitación puede generar malestar y conductas desadaptativas, afectando el bienestar emocional.
Conocido como fuga disociativa, es un trastorno disociativo caracterizado por la pérdida repentina e involuntaria de la memoria personal, acompañada de desplazamiento físico y, en algunos casos, la asunción de una nueva identidad. Suele estar desencadenado por situaciones de estrés extremo o trauma.
Proceso en el que una persona se distancia afectivamente de alguien o de una situación para protegerse del dolor, el conflicto o la sobrecarga emocional. Puede ser temporal o permanente y manifestarse como indiferencia, desconexión afectiva o falta de empatía.
Reacción intensa e inmediata ante una experiencia traumática o inesperada, que provoca bloqueo emocional, confusión, entumecimiento y dificultad para procesar lo ocurrido. Puede generar síntomas físicos como temblores, sudoración o palpitaciones.
Estado de sobrecarga afectiva en el que una persona se siente abrumada por la acumulación de emociones intensas o prolongadas, dificultando su gestión y expresión. Puede manifestarse como irritabilidad, ansiedad, bloqueo emocional o fatiga mental.
Sensación de confianza y estabilidad interna que permite a una persona expresar sus emociones libremente y relacionarse con otros sin miedo al juicio, rechazo o abandono. Es fundamental para el bienestar psicológico y el desarrollo de relaciones saludables.
Analiza las dinámicas familiares y de pareja, entendiendo los problemas individuales dentro de un contexto relacional.
Consumo compulsivo de grandes cantidades de comida en poco tiempo, acompañado de malestar y culpa, sin conductas compensatorias.
Estímulo interno o externo que activa recuerdos, emociones o respuestas intensas asociadas a experiencias pasadas, especialmente relacionadas con trauma o estrés. Puede generar malestar emocional, ansiedad o reacciones automáticas.
Modelo de comunicación disfuncional propuesto por Stephen Karpman, donde las personas adoptan roles rígidos en los conflictos: víctima, perseguidor y salvador. Estos roles suelen alternarse y perpetúan dinámicas conflictivas en las relaciones.
Es una alteración grave en los hábitos alimentarios y la percepción corporal, que afecta la salud física y mental. Ejemplos comunes son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.
Trauma que se transmite de una generación a otra, tanto a nivel emocional como conductual, afectando a la descendencia de manera consciente o inconsciente.
Trauma que surge en el contexto de relaciones interpersonales, especialmente aquellas que implican abuso, negligencia o traición.
Estrés experimentado por personas que cuidan o trabajan con víctimas de trauma, como profesionales de la salud o familiares. Es menos grave que el trauma vicario.
Impacto emocional que experimentan las personas cuando escuchan o trabajan con víctimas de trauma, como los terapeutas o cuidadores.
Parte de la psique de una persona traumatizada que ha presenciado el evento traumático pero no ha procesado completamente sus emociones.
Proyección de emociones o experiencias traumáticas hacia el terapeuta, que puede influir en la relación terapéutica.
Exposición prolongada a eventos traumáticos repetidos, como el abuso infantil, que tiene un impacto profundo y duradero en la personalidad y las relaciones.
Enfoque que ayuda a las personas a reestructurar su narrativa personal para dar nuevo significado a los eventos traumáticos y promover la curación.
Enfoque terapéutico que integra el trabajo corporal y emocional para liberar tensiones físicas y bloqueos emocionales. Combina técnicas como la respiración consciente, el movimiento corporal y la conciencia somática para conectar cuerpo y mente.
Trastorno del sueño caracterizado por episodios de miedo intenso durante el sueño profundo, generalmente en la fase NREM. La persona puede gritar, agitarse, mostrar sudoración y tener el ritmo cardíaco acelerado, pero suele estar desorientada y no recordar el episodio al despertar.
Técnica utilizada para cambiar la interpretación negativa de una situación por una perspectiva más positiva o adaptativa. Busca modificar pensamientos y creencias limitantes para reducir el malestar emocional y mejorar la respuesta ante los problemas.
Enfoque terapéutico desarrollado por Marsha Linehan para tratar el trastorno límite de la personalidad (TLP) y conductas autodestructivas. Combina técnicas de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) con estrategias de aceptación y mindfulness. Se centra en regular emociones, mejorar habilidades sociales, tolerar el malestar y equilibrar el cambio con la aceptación.
Enfoque terapéutico desarrollado por Francine Shapiro para tratar traumas y experiencias negativas. Consiste en que el paciente recuerde eventos traumáticos mientras realiza movimientos oculares bilaterales o recibe estimulación alterna (auditiva o táctil), facilitando el procesamiento y la integración de esos recuerdos.
Enfoque terapéutico donde varias personas se reúnen bajo la guía de uno o más terapeutas para compartir experiencias, apoyarse mutuamente y trabajar en sus dificultades emocionales o conductuales. Favorece la empatía, el apoyo social y el aprendizaje a través de la interacción grupal.
Enfoque terapéutico que utiliza el juego como medio principal para que niños y adolescentes expresen emociones, resuelvan conflictos y desarrollen habilidades sociales. A través de juguetes, juegos simbólicos y actividades creativas, el terapeuta facilita la exploración de pensamientos y sentimientos de forma segura.
Enfoque breve y orientado al futuro que se enfoca en identificar y potenciar recursos personales para resolver problemas, en lugar de analizar sus causas. Desarrollada por Steve de Shazer e Insoo Kim Berg, promueve cambios positivos mediante el establecimiento de objetivos claros y el reconocimiento de logros.
Enfoque terapéutico que se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento negativos y conductas disfuncionales. Se basa en la idea de que los pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados, y al cambiar los pensamientos irracionales o dañinos, se pueden mejorar las emociones y acciones.
Enfoque terapéutico utilizado para tratar fobias, ansiedad, TEPT y trastornos obsesivo-compulsivos (TOC). Consiste en exponer gradualmente al paciente, de manera segura y controlada, a los estímulos o situaciones que le generan miedo o malestar, hasta que la respuesta de ansiedad disminuya.
Desarrollada por John Bowlby y ampliada por Mary Ainsworth. Explica cómo los vínculos emocionales formados en la infancia con las figuras de cuidado influyen en el desarrollo emocional y en las relaciones interpersonales a lo largo de la vida. Identifica estilos de apego como seguro, ansioso, evitativo y desorganizado.
Desarrollada por el Harvard Center on the Developing Child y explica cómo la exposición prolongada a estrés intenso sin apoyo emocional adecuado afecta negativamente el desarrollo cerebral y la salud física y mental, especialmente en la infancia. Está relacionada con experiencias adversas como abuso, negligencia o violencia.
Enfoque terapéutico que integra el trabajo físico y emocional para liberar tensiones corporales y procesar emociones reprimidas. Utiliza técnicas como la respiración consciente, el movimiento corporal, la conciencia somática y el toque terapéutico para conectar cuerpo y mente.
Enfoque terapéutico desarrollado por Peter Fonagy y Anthony Bateman para mejorar la capacidad de comprender y regular los propios estados mentales y los de los demás. Se centra en fortalecer la mentalización, especialmente en personas con trastorno límite de la personalidad (TLP) y dificultades en la regulación emocional.
Desarrollada por Onno van der Hart, Ellert Nijenhuis y Kathy Steele para explicar cómo el trauma severo puede fragmentar la personalidad en diferentes partes. Distingue entre la Parte Aparente Normal de la Personalidad (PANP), que gestiona la vida diaria, y la Parte Emocional de la Personalidad (PEP), que retiene memorias y emociones traumáticas.
Desarrollada por Stephen Porges y explica cómo el nervio vago regula las respuestas del sistema nervioso autónomo ante la seguridad o el peligro. Identifica tres estados principales: el de seguridad y conexión social (nervio vago ventral), la respuesta de lucha o huida (sistema simpático) y la inmovilización o colapso (nervio vago dorsal).
Concepto que se refiere a la expectativa idealizada de alcanzar un estado perfecto de bienestar o curación completa a través de la terapia. Este ideal, aunque motivador, puede generar frustración si no se consideran las limitaciones reales del proceso terapéutico. En psicología, se enfatiza la importancia de establecer objetivos alcanzables y realistas, centrados en el […]
Sistema familiar donde las dinámicas de relación están marcadas por conflictos, falta de comunicación, roles confusos o conductas dañinas que afectan el bienestar emocional de sus miembros. Esto puede generar problemas como baja autoestima, dificultades emocionales o trastornos de apego.
Se refiere al nivel de intensidad que una persona puede tolerar antes de experimentar una reacción emocional significativa. Un umbral bajo puede provocar respuestas emocionales intensas ante estímulos menores, mientras que un umbral alto permite manejar situaciones más complejas sin desbordarse.
Disposición a experimentar y expresar emociones de manera abierta, incluso cuando existe el riesgo de rechazo o dolor. Es un componente clave para construir relaciones auténticas y fomentar la conexión interpersonal.
Forma de abuso que afecta la salud mental y emocional de una persona mediante conductas como manipulación, amenazas, humillaciones, control, aislamiento o descalificaciones. Este tipo de violencia puede generar ansiedad, depresión, baja autoestima y trauma emocional.
Diálogo interno negativo que juzga, desvaloriza o critica de manera constante a una persona, afectando su autoestima y bienestar emocional. Se forma a partir de experiencias tempranas, creencias limitantes o mensajes internalizados del entorno.
Concepto desarrollado por Dan Siegel que describe el rango óptimo en el que una persona puede experimentar y gestionar emociones y estímulos sin sentirse abrumada (hiperactivación) ni desconectada (hipoactivación). Dentro de esta ventana, el sistema nervioso está regulado, permitiendo respuestas adaptativas.
Estado de alerta excesiva durante el periodo de vigilia, caracterizado por preocupación constante, pensamientos intrusivos y una sensación de tensión física y emocional. Puede dificultar la concentración, aumentar la fatiga y generar alteraciones en el sueño.
Relación emocional intensa y disfuncional que se forma entre una persona y su agresor en contextos de abuso, violencia o control coercitivo. Este vínculo se mantiene por la combinación de miedo, manipulación y períodos de aparente afecto, lo que genera confusión emocional y dependencia. Es común en relaciones abusivas y situaciones de secuestro o maltrato.
Capacidad de enfrentar y expresar emociones difíciles, como el miedo, la tristeza o la vulnerabilidad, en lugar de evitarlas. Implica aceptar el malestar como parte del crecimiento personal y las relaciones auténticas.
Proceso de reconocer, aceptar y valorar las emociones de una persona como legítimas y comprensibles, sin juzgarlas ni minimizarlas. Es una herramienta clave en el fortalecimiento de relaciones, la construcción de confianza y la regulación emocional.
Comportamiento caracterizado por el aislamiento social, la desconexión emocional y la evitación de interacciones o situaciones que generen malestar. Puede surgir como respuesta al estrés, la ansiedad, el trauma o trastornos emocionales como la depresión.
Adicción al trabajo como mecanismo de escape para evitar lidiar con el trauma o el dolor emocional.
Atracción, simpatía o interés positivo hacia personas, culturas o costumbres extranjeras. Se manifiesta en la curiosidad por aprender sobre otras tradiciones, establecer relaciones interculturales o adoptar prácticas culturales distintas.
Ocurre cuando personas pertenecientes a grupos migrantes o minoritarios adoptan creencias negativas, prejuicios o estereotipos en contra de su propia cultura o identidad debido a la discriminación y el rechazo social. Esto puede generar baja autoestima, vergüenza de origen y autoexclusión social.
Rechazo, miedo u hostilidad hacia personas extranjeras o de culturas diferentes, basado en prejuicios y estereotipos. Puede manifestarse a través de actitudes discriminatorias, exclusión social o violencia.
Adaptación del yoga tradicional que utiliza posturas, respiración y meditación para prevenir, aliviar o tratar problemas físicos, emocionales y mentales.
En mindfulness y algunas terapias, la parte de uno mismo que observa los pensamientos y emociones sin identificarse con ellos.
Práctica de meditación guiada que induce un estado de relajación profunda entre la vigilia y el sueño consciente. Se utiliza para reducir el estrés, mejorar el sueño y promover el bienestar mental.
Daño psicológico causado por la intervención inapropiada o incorrecta de un profesional de la salud, que puede exacerbar un trauma preexistente.
Concepto desarrollado por el psicoanalista Donald Winnicott que describe una identidad adaptada que una persona crea para cumplir expectativas externas, ocultando sus verdaderas emociones y necesidades.
Resultado de traumas severos que llevan a una desconexión entre diferentes aspectos de la personalidad.
Estado en el que una persona bloquea o evita sentir y expresar emociones para protegerse del dolor emocional. Este mecanismo de defensa puede generar desconexión afectiva, dificultades en las relaciones y problemas en la gestión emocional.
Estados mentales en los que una persona se desconecta parcial o totalmente de sus emociones, pensamientos o entorno como mecanismo de defensa ante situaciones de estrés o trauma. Esta desconexión puede manifestarse como confusión, despersonalización o desrealización.
Son entornos físicos, emocionales o mentales donde una persona se siente protegida, tranquila y libre de amenazas. Favorecen la autorregulación emocional, el bienestar y el desarrollo personal, especialmente en procesos terapéuticos o situaciones de estrés.
Estado mental en el que una persona se siente segura, cómoda y libre de estrés porque actúa dentro de sus rutinas y hábitos conocidos. Aunque brinda estabilidad, puede limitar el crecimiento personal y la adquisición de nuevas experiencias.
Espacio emocional en el que una persona comienza a experimentar crecimiento personal y aprendizaje tras haber procesado el trauma.
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