Claudia

He tenido la suerte de haber sido supervisada desde el minuto uno que empecé a ver pacientes. Conmigo como supervisora siempre he querido mostrar eso: todas hemos estado ahí. Y todas en algún momento, aunque llevemos mucho tiempo pasando consulta, también necesitamos de un espacio seguro en el que poder comentar nuestros casos para poder poner sobre la mesa muchos aspectos que no están en los libros: cómo nos sentimos, cómo debería hablar con este paciente, dónde están exactamente los límites, tengo miedos, dudas…

Mi perspectiva integradora, informada en trauma y con mucho conocimiento en apego, te ayudará a tener una base para poder trabajar con los pacientes. También soy bastante creativa, y juntas podemos encontrar muchas formas de poner intervenir, de crear material, de aprender técnicas y sobre todo de trabajar en tu seguridad a la hora de llevar un caso. 

Los puntos importantes que suelo abordar en las supervisiones son:

1.     Tus necesidades de supervisión concretas (sean las que sean, las amoldaremos)

2.     Evaluación de tu propia evaluación con los casos que traigas para que puedas ver otras perspectivas

3.     Seguimiento del caso

4.     Supervisión de otras situaciones pasadas: también podremos ver qué ha pasado en otras ocasiones y aprender de ello.

Te animo a que te regales este espacio de autocuidado, enriquecimiento personal y profesional y alimentar tu confianza en este espacio de seguridad y respeto con nosotras 🙂